“Qué blando con las espigas”,
Como dijo García Lorca.
Qué esencia de la existencia.
Qué burladero sin burlas.
Qué casta para castillos.
Qué magia para el magín.
Me encanta cuado callado
se escucha como Cúchares;
y cambia con Lagartijo
para sus largas cambiadas;
cuando el frasco se derrama
con fragancias de Frascuelo;
cuando se planta engallado
con el duende de Gallito;
y nos cagamos de gusto
con, de Cagancho, su clon.
Imágen José María Vivas, Madrid 8-6-2011
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