Escrito por Maria Serrano (Mariquilla)
Antes de empezar a expresar lo que hemos vivido hoy en
Ronda, quiero José Luís darte las gracias por brindarme tu espacio en la red,
tan conocido y visitado, y también que me dispenses tú, y todos tus seguidores de ante mano
,porque ,esta crónica nunca estará a la altura de las circunstancias.
Ronda le esperaba, le tenía ganas y Morante acudió al
encuentro en la tradicional Corrida Goyesca. Seis eran los toros de Juan Pedro
Domecq y Parladé , correctos, que en
general han dado juego; el primero sin fuerzas , segundo y sobre todo tercero
los mas potables en donde se vieron las
tandas más brillantes y las faenas mas redondas que hicieron temblar los
cimientos de la bicentenaria. Fue el cuarto el de menos clase de la corrida y el
quinto , el más exigente de todos, con el que Don José Antonio tuvo que tragar y demostrar
que es también un torero de valor.
Decía José Bergamín, “ Cante y canto es el toreo…” pues
bien, Morante hoy reunió cante del grande, del mas jondo y puro y el más
excelso canto que uno se pueda imaginar,
digno de los dioses del Olimpo. Más allá del número de trofeos, que sí, tres
orejas… y a hombros, porque la afición rondeña así quiso que bastase con entender de emociones ,aunque
no fuese lo reglamentario…lo cierto es que, la dimensión del de La Puebla ha sido enorme, bordando el toreo
básico, el fundamental , y a la vez, ese tan difícil toreo a la verónica ,dulce y de
mentón “ encajao” ,chicuelinas ajustadísimas a la antigua usanza, y una
bendita media de un soberbio quite que
enloqueció al respetable; profundos
naturales ,como el mismísimo Tajo,y lentos dándole el pecho al toro, con las zapatillas
asentadas y tomando el trapo con las
yemas de los dedos, llevándose el burlaco “enganchao” a ritmo y con segura y a la vez una
personalidad templadísima , como olvidándose
del cuerpo y toreando con su espíritu… Me
refiero a ,ese toreo que sólo él sabe interpretar.
Ese toreo caro que embriaga hasta al mismísimo Baco, y que el resto de los
mortales que estuvimos en la plaza recordaremos. El toreo que alimenta el alma,
despacio y sin prisas, que disfruta del embroque, compone con ligazón y para el
tiempo; el toreo que enamora , ese toreo que se sueña y sólo lo hacen posible
los elegidos.
Ante esta exhibición,
los tendidos explotaron en emociones y sentimientos a compás de bulerías y vivió el culmen en el tercer par de banderillas del sexto
cuando sentándose en la silla y con las piernas cruzadas al estilo de
Carmona lo ejecutó con su
especial gracejo.
En el tendido un aficionado decía…” si mañana dijeran que
Morante está anunciado para la feria del año próximo me pongo por mi madre en
la cola de la entradas, ¡pero ya!”
Cuando el toreo es arrebatao y de verdad, la magía inunda la
plaza, y esta plaza de piedra tuvo hoy ,7 de septiembre de 2013, el honor de
asistir a esa magía y esa torería con la
que Morante de la Puebla es capaz de andarle a los toros.
Mariquilla.
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